Logística
El seguro de mercancías en tránsito es un contrato por el cual el asegurador asume los daños y pérdidas materiales que se produzcan en los equipos de transporte y/o en los objetos transportados durante el transporte por agua, ferrocarril, aire o mar.
Aunque el seguro de mercancías en tránsito no es obligatorio, es muy recomendable asegurar las mercancías transportadas contra cualquier riesgo que pueda existir durante su traslado desde el origen hasta el destino final.
El seguro de mercancías en tránsito es un contrato que cubre las mercancías contra los diversos riesgos que pueden afectarlas durante su traslado de un lugar a otro durante un período determinado, por ejemplo, estancias, o en situaciones relacionadas con el transporte, por ejemplo, carga y descarga.
La indemnización respalda todos los seguros, incluido el seguro de mercancías en tránsito. Los principios de indemnización se basan en lo siguiente:
Los medios de transporte involucrados
El artículo expuesto a riesgo
La duración del contrato
La extensión de la cubierta
Otros factores
Los riesgos asegurables se especifican en la póliza de seguro en la que el asegurador, a cambio del pago de una prima por parte del asegurado, se obliga a indemnizar a éste por las pérdidas o daños causados a las mercancías durante el transporte normal, de conformidad con las disposiciones generales, condiciones particulares o especiales pactadas. Hay dos tipos de póliza:
En determinados casos, el asegurado solicita la emisión de un documento que acredite la existencia de la póliza de seguro. El certificado es el documento emitido por el asegurador que da fe de la validez de un contrato de seguro, y en el que se hace constar el nombre del contratante, el valor y naturaleza de los bienes asegurados, el viaje o transporte previsto y las condiciones de la cobertura. incluido.
Cobertura de seguro de mercancías en tránsito
Entre los conceptos más habituales cubiertos por las pólizas de seguro se encuentran los siguientes básicos: accidentes (vuelco, hundimiento o descarrilamiento), avería, varada, colisión, pérdida y robo, etc. En estos casos, también se cubren los gastos de salvamento de la mercancía.
Para coberturas más específicas, se utilizan como plantilla cláusulas creadas para casos más concretos. Los más utilizados son:
ICC (A): cobertura a todo riesgo por pérdida o daño con algunas excepciones, como desgaste, embalaje inadecuado, retrasos, insolvencia o por guerra o huelgas, para las que se puede contratar una cobertura adicional.
ICC (B): que se enfoca en los riesgos relacionados con incendios, explosiones, choques, colisiones, vuelcos, averías, pérdida de valor por el movimiento de las olas durante la carga y descarga, pérdidas durante el transporte, más las mismas excepciones que ICC (A ).
ICC (C): que tiene características similares a ICC (B) pero menos cobertura. Se excluyen, por ejemplo, las pérdidas ocasionadas por la entrada de agua durante la carga y descarga o por la pérdida o extravío de mercancías.
Para la determinación del valor del seguro se tiene en cuenta lo siguiente:
Pese a que existen pólizas de muy amplia cobertura, generalmente los seguros no cubren:
Una póliza de seguro no se activa automáticamente cuando ocurre una pérdida o un daño. Lo primero que debe hacer, si hay indicios de que la mercancía está dañada, es dar aviso inmediato, tanto por escrito como por teléfono, para activar la póliza de seguro. No se tendrá en cuenta ningún trámite o reclamación realizada fuera de la vigencia de la póliza. La documentación mínima que se debe presentar suele ser:
Si los bienes dañados son bienes perecederos, se requiere documentación adicional:
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